miércoles, julio 06, 2005

Estamos fuera

En el momento de comenzar a escribir este post aún no se sabe quién se llevara los Juegos Olímpicos a casa. Lo que sí se sabe ya es que no será Madrid. En la tercera votación, Madrid a la calle. No voy a decir que esté desolado porque no lo estoy para nada, pero la verdad es que sí un poco triste. Me hacía mucha ilusión que Madrid fuera sede olímpica y ya está. Soy de ese tipo de personas que aparte de no practicar ningún deporte (bueno, esquío de cuando en cuando y lo hago bastante bien, no voy a pecar de falsa modestia), ni siquiera me gusta verlos por la tele. Me aburre soberanamente y además me la refanfinfla si fulanito se clasifica para el Roland Garrós o menganito ha estado a punto de ganar la temporada de rallies y al final ha perdido. Otra cosa es cuando la competición es entre países. Ahí ya sí me interesa, porque en otra cosa no, pero en cuanto a que España gane competiciones internacionalmente soy de lo más chovinista y disfruto como un enano. Y cuando se trata de Juegos Olímpicos ya me vuelvo loco.

Desde el minuto cero en que comienza la Ceremonia de Inauguración hasta que se clausuran, me trago los Juegos de principio a fin. Me siento delante de la tele y de ahí no me mueve ni Dior. Lo absorbo todo, me da igual que sea Hockey Hierba Femenino que Doma Clásica. Hasta el fútbol, que en condiciones normales odio profundamente, acapara mi atención. Eso sí, con el atletismo y la gimnasia deportiva (y la rítmica también, !qué coño!) ya me vuelvo loco. Cuando en una carrera participa algún español, chillo, salto, pataleo, lloro, me deprimo, le insulto y vibro en mi sillón como un niño pequeño frente a una película de su superhéroe favorito. También llevo contabilidad y estadísticas del medallero... En fin, que soy bastante friki olímpico. Es por ello que lo llevo mal...

Bueno me informan en estos momentos que Londres ha dado la sorpresa y se ha llevado el gato al agua. Pues me parece muy bien. Que se jodan los parisinos de los cojones y a ver si se les bajan un poco los humos. Además así tengo excusa para ir a ver a Mark a London.

Qué más? Pues nada, que ayer ví Psycho y que la recordaba mejor de lo que me pareció ayer. No me acordaba que la mitad de la película se centra en las historias de Marion Crane (la rubia de la ducha) así que me quedé un poco con las ganas de tener más tiempo para bucear en la mente perturbada de Norman Bates. Qué fuerte que Anthony Perkins se muriera de SIDA...

Pues nada, que me voy a comer, que las penas con pan son menos penas. Aún me queda hacer la crónica de la visita Jose y Diego y tengo que hacerla pronto o se me olvidaran los detalles interesantes.

Besos en las ingles.

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