Pues sí, ya era horita de decidirme a actualizar.
Hace ya casi un mes que no informo sobre nada de mi vida y ya va tocando. La verdad es que no tengo nada realmente excitante que contar, aunque por otro lado, pocas veces cuento algo realmente excitante aquí, así que no creo que importe mucho. En realidad, ¿los blogs no van precisamente de eso, de interesarse por las pequeñas cosas de la vida cotidiana de un fulanito desconocido? Pues eso.
Este último mes lo he pasado dentro de la
rutina más asquerosa. Todos los días levantarme para trabajar, hacer mi trabajo bien hecho (para qué voy a mentir, si lo hago bien lo hago bien...
A mí es que hay que verme trabajar...), volver a casa, comer, echar una siestecilla a veces, otras simplemente relajarme, y ponerme a estudiar como un gilipollas hasta la noche, cuando me permito ver la tele o sentarme al ordenador. Y vuelta a empezar. Vamos, lo que se llama una existencia de mierda. Sí, ya se que es lo que hace todo el mundo que trabaja, pero a mi lo que realmente me mata es tener que estudiar. Si estuviese 10 horas al día trabajando no me importaría en absoluto, y eso que mis tareas no es que sean demasido fascinantes ni
mentally challenging, pero
sólo de pensar en meterme con esos apuntes rancios y amarillentos me produce urticaria...Ya queda poco. El
20 de febrero acabo, pero cada vez se me hace más cuesta arriba... Además, en realidad nadie me garantiza que vaya a aprobar, con lo cual el horizonte se extiende hasta junio... Qué peressóóóóóón, peressón!!
Si tenemos que destacar algo de este último mes sería lo siguiente:
1.
Conocer a Mordiscos de realidad. Este hombre me sacó del aburrimiento más atroz de una tarde de estudio para llevarme de paseo y
pagármelo todo, como si fuera un servicio de
escorting, vamos. Tampoco le salí muy caro porque
cenamos en el Burger y tomamos copas en el Naranja, que son sitios de lo más económico que te puedes encontrar en Madrid, pero es de agradecer de todos modos. El hombre muy majetón y muy deportista él. Me contó unas historias sobre maratones absolutamente sobrecogedoras. Me reafirmo en mi creencia de que el deporte no es bueno.
2.
He reducido mis bajadas a la calle a fumar un cigarro a sólo dos. Eso, sumado al cigarro de antes de entrar y el de después de salir, hacen un total de
4 cigarros en toda la mañana. Señores, esto para mí es todo un logro, y una preparación para mi abandono del tabaco para después de exámenes. Por tanto, quiero mi caramelito!!
3.
Estoy enganchado no, lo siguiente,
a Gran Hermano. Me trago todos los días un cachito del resumen y los jueves el programa entero, salga el sol por donde salga.
Soy superfan de Pepe y me quiero casar con él, pero no se yo si va a ser posible. En cualquier caso, he descubierto con horror, que en mi
recién estrenado pack Trío de Telefónica está incluido el
canal GH 24 horas, así que ahora más que nunca tengo que tener temple y voluntad férrea para sacar horas de estudio en lugar de tirarme en el sofá a ver lo que hacen los 3 que quedan, que será bien poco.
4.
Me he leído un libro infecto que se llama "
Cómo hacer el amor igual que una estrella del porno", autobiografía de la insigne actriz porno
Jenna Jameson. Si pensais que el título es caspa, esperad a leer el contenido, porque no tiene desperdicio. Lo más fuerte de todo es la traducción literal al español del libro, digna de haber sido realizada con google, con la función esa de traducir al castellano. Las construcciones gramaticales eran surrealistas y a menudo ni siquiera entendía que coño quería decir cada frase. Sólo os digo que "
heavy metal fan" lo traducen como "
fanático del metal pesado". Y ya está. ¿Qué te ha parecido esa, uhmm?
5. El domingo fui a ver a
Yurena al Plan Travesti. Fue un espectáculo impresionante, culminado por el momento en el que
se le cayó el micrófono y su melodiosa voz seguía sonando por su cuenta. La gente estaba enfervorizada, y a más de uno le cabía una sandía por el culo de lo que lo estaba gozando. Lo malo es que sólo cantó 4 ó 5 canciones, pero como es ella se lo perdonamos todo.
En fin, que no se que más contar. Además, teniendo en cuenta que estoy totalmente desentrenado en esto del noble arte de escribir, bastante es que haya llegado hasta aquí. Intentaré actualizar más a menudo pero no lo aseguro. En cualquier caso
no desesperéis, volveré, como Yurena, y retomaré mis descacharrantes crónicas de la actualidad, con mi habitual sorna y sarcasmo.
Soy genial, hasta en la vigilia...Besos en las ingles.
P.D:
Juan, ¿te quejarás de guiños a
La Hora Chanante, eh?
Has creado un monstruo...