miércoles, agosto 31, 2005

Olé!

Bueno ya está bien. Después de unas largas vacaciones de blog me dispongo a retomarlo. Por supuesto ni se me pasa por la cabeza intentar hacer la crónica pormenorizada de lo que ha acontecido en estos últimos 20 madrileños días, aunque por otro lado sería lo interesante. En vez de esto, he optado por hacer una breve discusión por puntos de los eventos más reseñables desde mi última entrada hasta ahora. Dicho esto ahí voy.

La vuelta fue maravillosa, sonaban violines y caían pétalos de rosa mientras esperaba a recoger la maleta. No hubo retraso del vuelo, ni me perdieron la maleta y ni siquiera tuve que esperar mucho. Esto en España, porque en Dinamarca tuve que pagar dos toneladas de sobrepeso y pasar la verguenza de sacar no uno, sino cuatro pares de tijeras oxidadas en el control de la policía... En fin, que ahí estaban mis queridos amiguitos Ali, Elda y Flat, esperandome cámara de video en ristre, como la gran estrella que soy... Tras esto, merendola en casa y copeteo previo a salir a quemar la ciudad, que la quemamos bien quemada durante dos días. Hubo tentaciones de escaparnos al Creamfields, pero no era plan, que a mi madre se le estaba olvidando ya mi cara y había que establecer prioridades... Tengo que decir que cuando enfrenté a mi madre con Saint Etienne, estuvo a punto de perder, aunque al final ganaron los genes y me fui a la sierra a ver a la madre que me parió, y al padre y a mi sobrinismo que es lo mejor del mundo mundial, y tan hiperactivo que hace que se me haya olvidado que me he perdido un año de su vida... El chiquitín aún no da el coñazo. Está en la edad en la que solo se dedica a ser mono, y claro, me lo como con patatas. La madre de la criatura estaba carbonizada como las viejas y el padre no. ¿Por qué?

A los tres días de vida rural ya se me inflaban los hocicos así que vuelta a Madrid, unos días de playismo fugaz y hora de enfrentarse a los apuntes... Que peressón, peressón! Por otro lado me quedaba mucha gente por ver (y me sigue quedando), sobre todo mis hermanísimas que están superbuenas y supersolteras últimamente.

Para no eternizarme sigo en plan telegrama:

- Unos suecos se dejaron 250 euros en invitarnos a copas y champán en Chueca.
- Ha habido revivals múltiples
- Los bolos no se me dan mal, aunque mi estilo es todo menos estético
- Contra todo pronóstico soy un 2 y un 7 en vez de un 4... Quién lo iba a decir!. (De este tema hablaré más largo y tendido)
- Flat y yo estamos que ya dentro de poco nos casamos. O eso o que me contrate de chófer con sueldo y todo.
- Mis amigos de la facultad están todos currando, ennoviados y ya se compran coches y viven solos y todas esas cosas de persona adulta. Qué horror!
- Superquedada bloguera, organizada por Tornado Nights, que si bien fue corta, porque tuvimos que ir a por Bene al aeropuerto a una hora intempestiva, fue muy divertida y conocimos a mucha gente que tenía ganas de ver en persona, aunque las bajas también se notaron.
- Miniquedada bloguero-erasmus ayer con Rainbow Warrior, que es un chico muy alto y muy encantador y que lo pasamos muy bien con él. No me explayo porque ya lo cuenta él en su blog con mucho arte.
- Si me dejo algo importante, ruego a los interesados que me perdonen.

Y nada más por hoy, que ya he vuelto a las actualizaciones casi diarias y a husmear en vuestras vidas y dejar mi tarjeta de visita. Estoy en España. Olé!

jueves, agosto 11, 2005

Agridulce

Ya está. Se acabó. He terminado el proyecto y mañana me voy a Madrid. Con esto pongo fin a uno de los años más bonitos, si no el más bonito, de toda mi vida. Ya tengo mi cuarto desmantelado, las fotos arrancadas de las paredes y los recuerdos, uno a uno cuidadosamente metidos en la maleta.

Menudo año. No puedo decir que haya sido el mejor Erasmus en cuanto a viajar se refiere, porque la verdad es que lo más lejos que me he ido ha sido a 80 kilometros, pero sí que he sido un Erasmus ejemplar en cuanto a crapuleo nocturno. Me lo he pasado muy muy muy bien. Lo malo es que el infierno del proyecto pone una pincelada un poco amarga al final de mi estancia aquí... Pero bueno, en realidad entregué el proyecto ayer y ya se me está olvidando todo lo malo.

He conocido a mucha gente, de todas las nacionalidades, pero sobre todo he conocido a mis compañeros de piso ( con Yuu ha sido más bien un reeencuentro) y a Flat, que son lo mejor de este año con diferencia. Sin ellos las cosas habrán sido tan distintas que no lo quiero ni pensar, porque han sido cojonudas así. No cambio nada. Incluso los malos momentos me han hecho madurar como persona, conocerme mejor, y aprender a superar las dificultades por mi mismo.

Ahora me muero de ganas por volver. Necesito ir a Madrid y abrazar a mis amigos, aunque se, que a los 15 días me sobrevendrá el bajón y deseare volver con todas mis fuerzas... Por otro lado, tengo tanto que estudiar para poder acabar la carrera en Septiembre que no creo que me de tiempo a echar de menos esto...

Pensaba que me iba a tener que quedar más tiempo pero, ironías del destino, el hecho de que me cargara el reactor con el que trabajaba, que a priori es una putada y te retrasa el trabajo, hizo que se me abrieran los ojos y que me decidiera a echar el freno y dejar de permitir que me chuparan la sangre. Hay que recalcar que el reactor es una mierdecita supercara y hecha a medida para el proyecto, con lo cual no sólo cuesta un riñón, si no que además tardan un montón de semanas en reponerlo. Pero vamos, que a mi plím. Fui y le dije a mi supervisor que me había cargado el reactor, y que bueno, que no pasaba nada, porque yo ya había hecho trabajo suficiente, y que los experimentos que me quedaban pues me venían un poco de sobra. El muy bribón asintió y me dijo que vale, que le llevara lo que tenía hecho Se quedó ojiplático cuando le lleve el report terminado al día siguiente. Y es que yo ya lo tenía todo preparado en la sombra. Me ha quedado muy chulo, con 150 páginas a todo color, escritas en un envidiable inglés de la zona de Worcestershire. Se habla un inglés muy bonito por toda esa parte.

No puedo dejar de comentar que, no contento con que hace un mes la técnico del laboratorio viera como se me caían los pantalones, decidí poner la guinda enseñandole los huevos a mis supervisor. Me explico. Aquí todo es muy caro, y por supuesto no me he comprado nada de ropa. Todo lo nuevo que tengo es porque lo he robado en H&M. Y claro, la ropa se va estropeando, lenta pero inexorablemente, y yo que estó un poco foca, pues desgasto mucho los pantalones por la zona de la entrepierna, hasta que termina haciéndose agujero por el que asoma el calzoncillo. Hasta ahí todo bien. El problema es que también desgasto los calzoncillos, y justo por la misma zona... El caso es que cuando me dirigía hacia la universidad empecé a hurgarme con el dedo, y descubrí con estupor que ambos agujeros coincidían, y que lo que tocaba mi dedo no era la tela del calzoncillo, sino el mismísimo escroto de un servidor. Y el agujero, señoras y señores, no era precisamente pequeño. Los huevos escapaban por semejante boquete con total naturalidad. Me cagué en todos mis muertos pero apechugué. Normalmente, cuando llevo un agujero en los pantalones me siento con las piernas cruzadas o algo por el estilo, pero cuando me puse a hablar con mi supervisor de las correcciones pertinentes no las crucé. Fue en el momento en que noté que el señor X no podía evitar desviar la mirada a mi paquete cuando de repente me vino el flash. Mierrrrrrrda!!! Mi supervisor me está viendo los cojones!!!!!! Fue un momento de intensa vergüenza, e intenté despachar el asunto lo más rápido posible para poder tirarme por la ventana, que es lo que me merecía... En fin, queridos lectores, que una vez más el dado el show en el departamento, y que no quiero pensar en las risas que se echarán en el comedor cuando la técnico y el señor X pongan en común las experiencias erótico-festivas que les he proporcionado...

Creo que ya no voy a escribir más. Han sido unos día muy intensos y necesito asentar un poco las cosas. Me voy a dar un paseo bajo la lluvia. Fin de la aventura. El próximo post será desde Madrid.

Besos en las ingles.

sábado, agosto 06, 2005

Near the end

Estoy de mucho mejor humor. Ya me queda muy poco, a no ser que de repente surja algo inesperadísimo que me haga quedarme más, aunque iba a liar una en el departamento que ríete tú de La Matanza de Texas. Lo malo es que estoy un poco en el plan ese de que te queda muy poco, pero te queda, y ya estás muy cansado. Es la denominada "sensación de jueves"; el fin de semana está al caer pero aún queda un día y pico y llevas ya toda la semana a tus espaldas.

Pero bueno, hoy he dejado el report niquelado, a falta de meter los resultados de los experimentos que me quedan y cuatro cosillas más, así que creo que ya voy a ir pensando en sacarme vuelo, que si no me va a costar un riñon...

El tiempo es realmente asqueroso. Hace frío, pero frío de verdad, y llueve a mares, así que si esto es el agosto danés que me devuelvan mi dinero. Pena me dan los pobres visitantes que tenemos estos días en casa (ningun visitante mío por cierto, que desde hace una temporada les tengo prohibida la venida para que no me distraigan). Se están tragando un tiempecito de chúpate domine, que decía mi abuelo. Los pobres, entre que son un poco costras y que no para de llover, no salen nunca de casa...

Bueno, que en realidad no tengo nada que contar. Sólo quiero dar las gracias a mis lectores, que me siguen en la adversidad aunque no actualice nada y cuando lo haga sea solo para quejarme y patalear. Y también decirle a Kurt que ni de coña piense en serio lo de cerrar su blog, que bastante me ha jodido que lo deje en stand by en plana crisis mía, cuando más neceistado estoy de leer cosas ingeniosas... Kurt, vuelve OSEAPEROYA!

Besos en las ingles.

miércoles, agosto 03, 2005

Farewell, Flat

No posteo porque lamentablemente no tengo nada que postear. Me paso la vida entera en el laboratorio y delante del ordenador y cuando arrivo a casa, que me merezcco un premio, un capuccino delicioso como poco, estoy muerrrrrrrto, y lo último que me apetece es ponerme a actualizar y estrujarme las neuronas para intentar ser gracioso...

En cualquier caso, informo a navegantes que ya no queda mucho y que creo que estaré en España entre el 15 y el 20 de este mes. Ya por fin sé lo que me queda... Sólo 6 días de experimentos más... El problema es que entre que escribes las cosas, lo pones bonito, lo entregas, te lo corrijen, lo cambias y lo vuelves a entregar pues se van días a porrón. Pero bueno, por lo menos ya veo la luz al final del túnel y camino hacia ella como Carol Ann... Lo más fuerte es que mi supervisor chino me ha dicho que está pasando dos de sus tres semanas de vacaciones en el laboratorio, porque dice que le gusta trabajar... La madre que le parió, por mí como si se da cabezazos contra la pared, pero a mí NO me gusta trabajar y quiero que me deje en paz ya. Ahora entiendo porque soy el más pringado y trabajo el triple de lo que verdaderamente me corresponde... Dentro de unos meses me reiré de esto. Ahora ni puta gracia.

Cosas reseñables. El fin de semana pasado salimos Michele, Pablo y yo a celebrar la despedida de Flat, pero sin Flat, porque había caído enfermo presa de unas anginas galopantes. Decidimos salir de todas maneras por nuestra salud mental, porque nos iba a dar algo... y fue un gran acierto, anda que no! Nos hicimos una ruta de lo más heterosexual y estuvimos hablando entre otras cosas de porqué nos sentimos atraídos por la gente religiosa y Pablo dijo que probablemente sería por nuestro deseo oculto de corromperles, y yo estuve totalmente de acuerdo, aunque nunca lo había pensado así. Acabamos la noche en el parque de pillar porque estos querían verlo, dando gritos y riéndonos como verduleras, hasta que todo el parque se hubo enterado de nuestra presencia.

El verdadero asunto del día es que a estas horas Flat estará en la sala de embarque, a punto de escapar de este país dejándome más tirado que una taba, muerto de la envidia... Me quedan pocos días aquí, pero se me hacen rarísimos pensando en que no voy a poder llamarle 700 veces al día... Para mí este viaje ha sido Flat, y sin Flat sólo es una ciudad fría, de cielo plomizo, y un proyecto que se acaba pero que nunca se acaba y me va a terminar matando.

Desde Copenhague, donde el verano ya ha acabado, si es que alguna vez llegó, besos en las ingles para todos, y para Flat un abrazo de osos de los que te parten las costillas, que te quiero mucho marikhón!