viernes, junio 23, 2006

¡Qué éxito he tenido!

Ya, ya lo sé. Tengo esto abandonadísimo, pero mira, es lo que hay. Ahora he acabado la carrerra y soy trabajador a tiempo completo, y me apetece actualizar tanto como un coño sudao.

El caso es que ayer Claudio me invitaba a hacerme pasar por fotógrafo para ir con él acreditado al concierto de de la gran Txaquira ayer: No he pasado tanta vergüenza en mi vida tíos. Resulta que todos nuestros planes de bailar Hips don't lie con unos Kleenex cogidos con los dedos (en Barranquilla se baila así, hey!) se fueron a la mierda cuando nos dijeron que periodistas y fotógrafos entraban por separado, y que los fotógrafos sólo estábamos las dos primeras canciones y luego a la puta calle.

Yo os comento. Todos los fotógrafos se conocían entre ellos de cubrir los mismos eventos todos los días y todos ellos portaban unas cámaras con unos teleobjetivos del tamaño de la polla de Juice. Yo iba con mi camarita de turista que me cabía en la palma de la mano. La de prensa cogió a Claudio y le metió a él solito como si de una estrella se tratase, a la voz de "Esperadme un momento aquí, que voy a meter a Claudio". A partir de ahí yo me quedé sólo (sola sola) con todos los fotógrafos blandiendo sus teleobjetivos como si de espadas láser se tratase...

Yo trataba de mantenerme en una esquinita, para que nadie me preguntase nada, y procurar que no detectaran mi engaño. Al principio era más o menos fácil; estabamos en un recinto grande. Luego la cosa se empezó a torcer cuando nos metieron a todos en el pasillito a ras de escenario, para sacar nuestras instantáneas. Allí todo era estrecho y pequeño, y a nadie pasó desapercibido que yo iba acreditado como fotógrafo pero no llevaba cámara. La gente cuchicheaba y me decían que no me pusiese en tal o cula sitio que iba a tapar el tiro de la foto. Para cuando llevábamos 10 minutos esperando a que la puta colombiana saliera a mover las caderas yo ya estaba con una crisis nerviosa. Las manos me chorreaban de sudor y empezaban a salirme tics del tipo de la tricotosa con la pierna.

Ya estaba frenético. Pensaba seriamente en irme a mi casa pero decidí tirar para alante y pasar el mal rato lo mejor posible. Eché mano de mis extensas tablas como actor y me construí un personaje. Mi personaje poseía un equipo de fotografía cojonudo y carísimo, pero que lamentablemente había sido sustraído de mi coche pocas horas antes. Mi agencia había querido que cubriese el evento de todas formas con lo cual tuve que presentarme con esa cámara de mierda. Para sustentar esta coartada decidí adoptar una pose de continuo fastidio y numerosos resoplidos, mientras calculaba cuanto debía costar cada bicho de esos, por si me preguntaba alguien... Escribí un mensaje a Claudio. Ya no podía más.

De repente salió a escena y todo el mundo se volvió loco. Mis compañeros se colocaron en posición y los teleobjetivos prácticamente le rozaban el coño a la artista. Yo ya no sabía que hacer. Además, la tía vino y me cantó el "Estoy aquí" en toda la cara esperando que la fotografiase, y yo me quedé paralizado y no hice nada. Sólo sacaba fotos cuando se iba a la otra parte del escenario y se desviaba el foco de atención... Ni que decir tiene que las 5 fotos que hice están absolutamente todas movidas... Menos mal que aparecieron unos niñatos enchufados por la organización que hacían fotitos con el móvil y me pude mimetizar con ellos para pasar el mal rato de una forma menos horrible.

En cuanto dieron la última nota de "Te dejo Madrid" salí despavorido dejando una nubecita de polvo con forma de Ann O'Nadada suspendida en el aire antes de caer al suelo. Llamé a Claudio.

- Tío, ha sido horrible.
- Uy, pues yo me lo he pasado teta. Me he encontrado a mogollón de amigas lesbianas.
- Qué bien. Yo tenía a todo el colectivo gay de Bogotá y Medellín chillándome en el cogote... Anda, vámonos al Hot...

Besos en las ingles.