jueves, mayo 26, 2005

La esquina simétrica al Seven Eleven

Dior mío lo que hace que no actualizo!

Ha pasado demasiado tiempo... Rent ha perdido todo viso de actualidad así que paso. Eurovisión no lo ví así que también paso... Que me queda??? Pues bien, creo que me voy a concentrar en la visita de Poncho y de Belén y en la fiesta del viernes pasado en mi casa.

Poncho y Belén llegaron a Copenhague el viernes por la noche. Como no podía ser de otro modo llegaron con un huevo y pico de retraso. Todas y cada una de las veces que he ido al aeropuerto a recoger a alguien (que han sido miles, millones, qué digo? CIENTOS!) siempre siempre ha llegado con una horita de retraso que me ha tocado sobrellevar con la mejor de mis sonrisas para que lo primero que viera el invitado en cuestión no fuera mi cara de oler mierda. Eso por un lado, luego está la otra opción que es que por alguna causa me retrase un poco en llegar, que es cuando el vuelo se adelanta.

Con Poncho y Belén me han pasado las dos cosas. Me fui al aeropuerto con Yuu a la hora convenida y nos encontramos que el avión llevaba hora y media de retraso y que iba a aterrizar a las 22:50. Como tenemos coche porque somos más chulos que un ocho pues nos volvimos a casa hasta entonces. Lo bueno fue cuando estando en mi habitación con la chaqueta puesta para ir de vuelta a buscarles me encuentro la cara sonriente de Belén en mi pasillo. Ya es muy fuerte. No solo llega al avión tarde sino que además luego llega con adelanto sobre el retraso. Total que me chupo una visita al aeropuerto y encima quedo fatal... Manda cojones.

Bueno el caso es que aquí estaban por fin, y justo habían aterrizado cuando hacíamos la fiesta de inaguración de la casa (inaguración entre comillas porque llevamos 6 meses viviendo aquí y a mí como mucho me quedan 2 más). La casa estaba petadilla de gente de todas las nacionalidades. Se oían muchos idiomas distintos: japonés, español, danés, inglés, italiano... muy cosmopolita todo. La verdad es que la fiesta estaba saliendo bien.

Había cerveza a tutiplén porque los chicos de la casa de Amager somos bastante espléndidos y el nivel de alcoholemia empezó a subir vertiginosamente. Mette, la novia de Pablo, y Bene se llevaron el gallifante de oro al pedo más espectacular aderezado con hiperactividad frenética. Pablo iba en sus zapatillas de estar en casa de abuelo. Los porreros se emporraban y Flat y yo nos volvimos un poco locas a petardear con Grease y con Rent. Un poco locas es un eufemismo, porque hay fotos dignas de Operación Triunfo. Tengo que decirle a Flat que las suba al fotolog porque yo llevaba una camisa de Michele que me quedaba bastante bien, lo que se dice bien bien y estoy moderadamente mono con ella, y oye, si salgo bien pues me enseño.

Pues eso, la noche fué avanzando y ya la gente estaba fatal, yo incluidísimo. Acabamos yéndonos de farra Flat y yo, y bueno.... me gustaría contaros como fue, pero ese episodio ha desaparecido totalmente de mi cabeza. No está. Blanco total. Laguna profunda. Sólo al día siguiente pude ir reconstruyendo trozos, como cuando descubrí una bolsa de patatas en casa y me vino el flash de que me había puesto cerdo en el Seven Eleven antes de subir a casa y después de volver andando desde Sundbyvester Plads que es la parada en la que acabo siempre que me quedo sobado en el bus de vuelta a casa, o sea, es siempre.

Había prometido solemnemente a PyB que me ponía el despertador a las 10:30 para irnos de turismo. Obviamente, llegando a las 8 en el estado que llegué, ninguna de las partes se planteó que yo iba a salir a enseñar la ciudad ese día. Me contaba Poncho que yo era como un trozo de carne con ojos que sólo balbuceaba:

- Grbrrriiiiiiiihhhaaaaaggggghhhrrtttssss
- Ann, tienes una toalla?
- Thhsssssgrrrrroooobbbbmmmnssss.... amarillaaaaa......
- Es amarilla? Pero dónde está?
- Amarilla........
(Poncho y Belén buscan la toalla por la habitación)
- Oye Ann, que no la vemos. Nos puedes decir donde está?
- GGhhhhrrreeeetttsssjjjjjjjjjjkkkknnnn..... abajooooo.......
- Abajo? Abajo dónde?
- Hffffffssstttrrraaaiiiiiiiiiiooojjj
(Poncho y Belén empiezan a buscar por las zonas bajas y cercanas al suelo de la habitación)
- No la vemos Ann. Donde está?
(Pego un manotazo y señalo un mueble sin despegar la cara del colchón. Buscan y efectivamente allí estaba)
- Ann, cómo vamos al centro?
- Autobusssss...... ffgghrrrttttt.... ggghhggg...mmmm
- En que autobús, donde está?
- 5A.... ghhttttttrrrr..... simétrico..... seven eleven...

En mi mente de ingeniero decir esquina simétrica al seven eleven me parece que deja la indicación bastante clara, pero parece que para los de letras no es así y se cagaron bastante en mis muertos. Así escrito no tiene ni puta gracia, pero cuando me escenificaron el panorama mañanero me partía de risa.

Los chicos son muy listos y llegaron, e incluso se vieron casi todo CPH en un día. Yo amanecí a las 6 y media de la tarde con la peor resaca que recuerdo, pero me reconstruí a mi mismo y nos plantamos Yuu y yo a la salida del teatro a recogerles (porque los tíos de Belén andaban también por ahí y les invitaron, fíjate tú por donde). Dimos un paseito nocturno muy guay y tras unas cervecitas a casa a descansar.

Pensaba contar toda la visita ahora, pero ya está bien por hoy, que además me parece que me ha quedado un bodrio de post de agárrate y no te menees. Ruego a mis lectores que mientan descaradamente y me digan que no, que ha estado muy divertido.

Besos en las ingles.

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