Sigo vivo.
Escribo el proyecto, hago experimentos, intento entender lo que me dice mi supervisor en chinglish, me hundo en la miseria, me vuelvo a levantar, me enfado, me reconcilio, me cago en el tiempo de este país, me río de mi mismo, lloro, hablo continuamente por teléfono con Flat, no posteo nada, leo algún blog, comento poco o nada, me alimento de perritos calientes, cuando no de tabaco, y básicamente espero a que el infierno de este final de Erasmus se acabe pronto...
Besos en las ingles.
miércoles, julio 27, 2005
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