Voy a contar un poquito del cumpleaños de Flat pero sin meterme demasiado en detalles, por falta de tiempo y porque tampoco le quiero quitar la exclusiva, que 24 años no se cumplen todos los días. Además, el lunes 18 es el mío y ahí sí que tendré que hacer la crónica social con pelos y señales.
A las 18:00 horas del sábado estábamos citados en el backyard de Flat para que nos agasajara con una merendola en toda regla. Hicimos el típico circulito con banderas de Dinamarca para delimitar el territorio picniquil, que aquí se lleva mucho y nos sentamos en la hierba a regalarnos los sentidos. Flat se curró 12 litros de gazpacho muy rico, unos nachos con queso (eso tampoco tenía mucho curro pero bueno), un montón de guacamole delicioso, una ensalada super sofisticada y no me acuerdo qué cosas más, pero todo muy bueno. Ah sí, también unos palitos de zanahoria para dipear en una salsa como de yoghourt que le salió bordada, oiga! Todo esto regado con mogollón de litros de sangría hecha con el vinazo más vil que encontró, que estaba muy refrescante ella.
Total, que nos pusimos bien cerdos de comida vegetariana y le dimos los regalos. Los chicos de la Casa de Amager le regalamos un reloj de pared de Betty Boop muy pop y muy chulo y una cajita con palabras para pegar en la nevera y hacer frases de temática queer. Yo creo que le gustó mucho. En general sus regalos fueron ropa o cosas muy de marica de manual, como un libro sobre Audrey Hepburn... ya tiene para ponerle un museo temático a esta señora. En fin, el niño es invertido, y le gustan esas cosas...
Cuando ya oscureció nos subimos a su casa a seguir con la farra, esta vez con cervezas. Hay que reseñar que esa fue la primera noche en que hizo calor de verdad aquí (bendito sea) y estábamos todos abanicándonos para evaporar el sudor que nos invadía, sobre todo a Yuu. Cantamos canciones danesas populares armados con instrumentos raros traídos de todas partes del mundo. A mí me tocaron las castañuelas, que no tengo ni idea de tocar, pero la gente dice que lo hacía muy bien. También tengo un video de Flat y yo cantando One Song Glory, de Rent, que es totalmente impagable.
Cuando ya fue siendo horita, y Trine hubo tirado los tejos a toda la fiesta excepto a su novio, nos fuimos a un local bastante auténtico (que viene a querer decir infecto) en la calle de las putas que nos recibió con la música de Superdetective en Hollywood, así que no creo que haga falta entrar en detalles. Detalle reseñable de la noche: A Jonas e Ida un fulanito les ofreció quinientas coronas por verles follar... Yo lo hubiera hecho pero ellos le dijeron que no.
Y eso, que fue una noche memorable y que hay que darle las gracias a Flat por el buen rato.
Mañana actualizo otro poquito. Besos en las ingles.
martes, julio 12, 2005
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