Don't take Tage

Aquí estoy de vuelta para relatar dos acontecimientos. Uno bueno y otro malo. Empiezo con el malo, porque cronológicamente se desarrolló en primer lugar.

La noche del jueves tuvimos una cena en casa porque Katerzyna (la polaca) estaba triste y para que se animara, aunque al final cualquiera diría que la cena era por ella, porque se pasó la noche mandando mails y pasando de nuestro culo. El caso es que decidimos chuzarnos como piojos porque la ocasión lo merecía. Es entonces cuando empezamos a ponernos un chupito de vodka con cualquier excusa. Que ya ha llegado Vicky, pues venga, un chupito. Uy, si llega con Sonsoles, pues venga, otro chupito. Así hasta que acabamos con nuestras existencias de alcohol en casa. La comida fue bastante caca, porque aparte de mis Patatas a lo Ann, que la verdad es que me salen bastante buenas, había unos spaguettis que hizo Pablo en plan receta superinnovadora que sabían mogollón a limón y estaban malérrimos. No obstante yo me comí todos los que me sirvió.

En fin, que borrachos como cubas y armados de kalimotxo (toma ya!) para el camino salimos rumbo al centro de Copenhague. Primero fuimos al Heaven porque Flat había quedado con nosequé chulasso y resulta que no estaba. Yo me encontré allí a uno con el que se supone que iba a quedar pero que esa noche no iba a poder porque estaba cansado, toma pilada, todo muy bien. Pues eso, que el abuelo se puso a rajar con una pareja de joven jugador de baloncesto lituano con novio cincuenta años mayor y se hicieron muy amiguitos. Yuu y Vicky rajando por los codos por otro lado, así que Flat y yo decidimos hacer la típica escapada y largarnos a escondidas aunque en realidad nos vio todo el mundo huir. Nos fuimos al Jailhouse de nuestro corazón que estaba un poco acabado y nos encontramos allí a Tage. Aquí empieza mi desgracia. No se si ya sabeis quien es Tage, pero si no os pongo en antecedentes. Tage (que significa "Coger" en danés, vaya nombre absurdo) es un individuo que está perdidamente enamorado de Flat sin razón aparente. Flat evidentemente pasa de su culo siete pueblos porque además el personaje este es más pesado que una vaca en brazos. El caso es que se da la circunstancia que es un osito bastante mono por otro lado y yo estaba ya bastante borrachito. Total, que Flat decide pirarse al Cosy a ver si encuentra al chulazo ese y me deja a mi con Tage cuando descubre con estupefacción que le estoy mirando el canalillo.

Hasta aquí todo bien, pero es que el hombre se me puso a hacer pucheritos por su amor no correspondido y yo ahí aguantando mecha entre borracho y alucinando. Y encima va y me entra, y yo como soy facilón pues no dije que no, aunque me puse en plan digno: "Oye, que yo no soy Flat, ni el camino para llegar a él, eh?!" Y el asentía haciendo más pucheritos. Total, que al final se le pasó y nis fuimos al Never Mind con Vicky y Yuu que nos habían ido a recoger. Pablo estaba con su pareja de amigos ya allí, a punto de salir del armario. A partir de ahí ya fue darnos el filetazo salvaje y rumbo a casa. A la mañana siguiente tuve que echarle con alguna argucia infumable porque si no no me lo quitaba ni con agua caliente. Ya por la mañana me di cuenta de mi craso error, porque ya no iba a haber forma de deshacernos de él en los bares. Enamorado de Flat y con la excusa de haberse liado conmigo ya le tenemos pegado per secula seculorum. Y además ahora recibo un mensaje de que a ver cuando repetimos... Arghhhhh mamaaaaaaaaaá!!


Esa es la parte mala, ahora la buena. Ayer tuvimos cena en casa porque venían los compañeros de piso de Flat Eric. La verdad es que la preparación de la cena fue un poco infierno, porque teníamos todos un resacón de los chupitos de vodka y del vinazo bastante importante, pero al final nos salió todo muy rico. La cena tenia que ser vegetariana porque Jonas no come carne. Repetí Patatas a lo Ann versión 1.2 mejorada (con cebolla y pimiento verde) y volvieron a ser un éxito. Yuu se marcó un pisto de escándalo y Pablo hizo un guacamole también muy rico, asi que todo éxito total. Todo bien regado con vino bueno, no Viña Picada. Jonas e Ida nos obsequiaron con unos temitas a la guitarra de su grupo The Violet Hour (que voces, que maravilla) y al final nos animamos todos y acabamos cantando como descosidos hasta que el vecino vino a cagarse en nuestra puta madre y se acabó lo que se daba. No obstante luego seguimos charlando y riéndonos mucho, porque Ronan es un cachondo mental. Así hasta que amaneció. Lo dicho, un éxito total. Con estos SÍ hay que repetir. Por cierto que los amigos de Michele estuvieron leyendo mientras estos cantaban... muy mal. Pero como están muy buenos se les perdona.

Y esto es todo por hoy, que me voy volando a un concierto en el Tivoli de 6 horas con un montón de grupos incluida Melanie C. Nos hemos sacado el abono anual del Tivoli y hay que amortizarlo señores.

Besos en la ingles.