lunes, mayo 30, 2005

24

El costreo de este fin de semana ha alcanzado cotas máximas. Pensaba que meterme diez capítulos seguidos de Desperate Housewives o dos temporadas enteras de Friends era muy friki, pero este fin de semana he pulverizado todos mis récords.

No obstante vayamos por partes. Primero he de acabar de relatar la visita de Poncho y Belén. El domingo nos levantamos a una hora prudencial y nos hicimos el paseito de rigor en barco por los canales que la verdad es que estuvo muy bien. Luego cervecita tomando el sol con posterior siesta (señores, me quemé un poco y todo) y vueltecita en bici. Las bicis aquí las puedes coger de la calle en plan carrito de la compra. Metes 20 coronas y cuando la dejas en un parking te las devuelve. Bueno, a nosotros no porque las tuvimos que dejar tiradas en la calle porque Yuu se emperró en que no las podíamos llevar hasta Christiania (barrio chungo-bohemio-porrero de la ciudad) porque explotaban o algo. Por supuesto en cuanto las dejamos y nos alejamos tres metros se activó un comando de groenlandeses que las cogieron amablemente para devolverlas ellos y quedarse con nuestras 20 coronas. Nuestra cara de pringaos mientras veíamos el despliegue de la operación fue histórica, por supuesto. Tras una visita bucólica al lago donde nos encontramos un cisne que se acercó a comer galletitas saladas de nuestra mano y a hacer ruidos más propios de una gato que de un cisne, nos fuimos al Tivoli a hacer un poco el canelo. Todo muy bien. Cuando nos hubieron cobrado 5000 de las antiguas pesetas por 4 cervezas nos dirigimos a casa dando por finalizado el día.

El lunes por la mañana visita al Museo de Arte Moderno de Louisiana que estuvo muy bien, pero que aún así hay cosas que no me trago, como el rectángulo de muestra de una pared de gotelé gris que pretendía ser una obra de arte. Perdona pero no cuela. Luego los tíos de Belén nos invitaron a una comida carísima en un restaurante muy cuco y muy bueno donde nos pusimos bien cerdos y donde cabe destacar los postres variados hechos todos con ruibarbo. Poco después les despedíamos en el aeropuerto con lágrimas en los ojos. Bueno lágrimas no hubo porque acabábamos de ver el escandaloso video de Pedro J. Ramírez y estábamos más bien descojonados con el "¿Me vas a mear? Ay me muero de ganas... Me apetece muchísssssimo"

El resto de la semana ha sido bastante anodino con la vuelta al proyecto del que por cierto no me han echado aún, ya que después del estrés horroroso al que me he visto sometido para entregar a tiempo un trabajo todo lo demás me parece un camino de rosas. No obstante todo cambió cuando empecé a ver el primer capítulo de la serie "24" que me enganchó totalmente a los 20 minutos... Después de algo más de 30 horas (con algún descanso para echar una cabezada) Yuu y yo nos habíamos terminado la segunda temporada. Vamos que nos vimos la serie casi en tiempo real. Olía todo tanto a fin del mundo que no nos pudimos levantar del sofá hasta que nos la pulimos. Fue tremendamente friki, pero toda un experiencia. Por otro lado también fue un poco falta de respeto porque estaba Irene aquí de visita y no la hicimos ni puto caso. Además luego la llevamos a una fiesta de cumpleaños que resultó ser aburridérima y de la que nos fuimos a la media hora. Pobrecita.

Ahora tengo un vacío existencial y necesito otra serie a la que engancharme, pero la mula da para lo que da así que ruego a mis lectores me envíen algo para soportar esta espera que me consume.

Esto es todo por hoy . Besos en las ingles.

P.D. Francia ha votado no a la Constitución Europea... que fuerte no?

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