El sábado fue un gran día. Bueno, el día empezo un poco fatal, pero por la noche me lo pasé Idaira. Después de resolver unos temas y unas cosas (!qué bien me vino, por dior!,¡Cómo lo necesitaba!) me fui corriendo porque me enteré que por un error de comunicación había dejado tirado a Farala en El Naranja. De nada sirvió darme prisa porque pillé un atasco de cojones por el diluvio universal que estaba cayendo y por un atascazo provocado por una galleta en la autopista. Para más inri, se montó una cola que te cagas en el parking de Tudescos (fui directamenet al parking para que este hombre no esperara más) porque la máquina no daba tickets... En fin, un horror. Una vez llegado y asentado en El Naranja entablé una conversación (más bien monólogo) con Claudio y Farala que me vino de maravilla. Gracias de verdad por haber hecho de oreja, que lo necesitaba mucho mucho.
Más tarde llegó Flat de unas fiestas o eventos sociales que tenía (sí queridos amigos, Flat y yo tenemos vidas independientes y a veces no vamos juntos a los sitios) y se unió a la farra. Bueno mucha farra no hubo porque en cuanto chaparon todos se querían ir a una casa a tomar copas. Yo no estaba muy de acuerdo, más que nada porque el anfitrión llevaba un pedo de colores (graciosísimo, por cierto) y consideraba que era mejor que nosotros nos fuéramos a mover el esqueleto y éste se fuera a dormir la mona, pero como estamos en una democracia me callé la boca y allá que fuimos. Farala y yo nos erigimos como Comando de Avituallamiento, es decir que nos cogimos el coche para irnos al quinto infierno para adquirir comercio y bebercio, porque Flat quería comer y nosotros queríamos beber. La noche acabó con todos con la boca negra del vino tinto y con Flat 5000 kilocalorías más foca. Cuando nos fuimos a casa, Ann O'Nadada Servicios Integrales dejó a Farala en su parada del autobús rumbo a la periferia y a Flat en la puerta de su casa en los suburbios. Para ponerme un monumento de lo majo que soy, vamos.
El domingo fuimos a ver una película Flat, Mrs. Eric y yo. La verdad es que ya nos podíamos haber ido al bingo mejor, porque madre mía que tostón nos tragamos. El bodrio en cuestión se trata de "Otros días vendrán", con un Antonio Resines intentando repetir su papael en "La buena estrella", y un guión para rajar a los guionistas y echarle sal en las heridas. En serio que hace tiempo que no veíamos algo tan disparatado. Las ocasiones en que nos mirábamos entre nosotros en completo estupor y estallábamos de risa se repetían cada vez con más frecuencia según avanzaba la película. En fin, que creo que la frase "te voy a coger las tetas y te las aprieto mientras te meto toda la polla y la sientes dentro y me corro en tu boca y te lo tragas todo" fue la más inteligente de la película. En cualquier caso vayan ustedes a verla y juzguen por ustedes mismos, que para gustos colores. No en vano fuimos a verla por recomendación de una tía de Flat, que por supuesto ya ha sido debidamente ajusticiada, o eso me dicen.
Hoy por fin me he matriculado (pfiuuuuu...) y he ido a hacer otra entrevista de trabajo, porque por lo visto para el otro puesto estaba hipercualificado (tócate los cojones). La entrevista ha sido muy distendida y ha ido más o menos bien, excepto el hecho de que me he pasado siete pueblos sacándome defectos. Vale que prefiera ir de sincero, pero ya podía presentar los hechos con un poquito más de picardía, que soy lo peor. Me ha faltado decir "Oye mira, que es que soy nefasto para tu empresa, me veo capaz de hundirla incluso de becario, así que yo que tu no me cogía". Cerillismos Ann en modo ON 24 horas al día... Bueno, ya os contaré que pasa al final.
Después de la entrevista me posó a recoger Flat en coche para ir a IKEA a cambiar unos muebles de su padre. Ha sido todo muy gay, porque ir a IKEA dos tíos es muy gay. De hecho, cada vez que veo una pareja de hombres paseando por IKEA sé inequívocamente que son truchas. Además por si quedaba alguna duda hemos hecho una performance mariquita en la cola de devoluciones, para que se enterara todo el mundo. Y se ha enterado todo el mundo, hasta Fiorella Faltoyano, que andaba por ahí con cara de vinagre y que ha hecho varias intentonas de colarse saltándose el sistema de turnos, porque ella es de la profesión y tiene sus castings y sus secuencias y sus cosas y no puede andar perdiendo el tiempo en la cola del IKEA con el populacho. Pero mira, ahí se ha quedado al final esperando su turno, con su cara de oler mierda, como el resto de los mortales, mientras nosotros nos íbamos a meternos algo con muchísima grasa al Burger King, porque nosotros los valemos. Y ya está. Además mis zapatos de entrevista hacían mucho ruido al andar como si llevara tacones, y eso me daba mucha aura y mucha presencia; tanta que ni a Fiorella le ha pasado desapercibida, y se ha hecho pequeña viendo a quien se estaba enfrentando... Joder, como se me va la pinza...
Y bueno, que eso ha sido todo por hoy. Mañana más. Besos en las ingles.
Nota: Me informan que Haloscan está gagá y que en el post anterior no se podía comentar. No cejen en el empeño y vuelvan a intentarlo en este...
lunes, octubre 24, 2005
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