El viernes me levanté un poco tal. Aparte de tener la espalda como un ocho, tenía un poco de fiebre y me encontraba como el culo, pero por la tarde ya estaba mejor y he pasado un fin de semana muy de cuidarme la salud y nada de machacarme el cuerpo. Ha sido sencillamente espectacular.
Recibí un mensaje de Inma que había organizado una cena con una afluencia espectacular. ¡Qué poder de convocatoria!. Sólo faltó La Rata, que estaba de decimoséptimo finde de amor en la cochinchina con su novio. Chema y Alberto nos enseñaron las fotos de su viaje a Costa Rica que eran bastante de traka. Cenamos muy rico y bastante poco económico en El Recuerdo y luego fuimos a tomarnos una copa por ahí cerca a un sitio pijo lleno de osos pijos que a mi me ponen bastante. No obstante después de la primera copa, Elda, Freddy y yo enfilamos a Chueca al bar de Ali dónde habíamos quedado con Flat, AGdP, Yuu y Pablo. Aparcamos inexplicablemente rápido y al lado y allí estaban Flat y AGdP echándose unos bailes y congeniando estupendamente, todo parte del plan de Flat de levantarme descaradamente a todos mis amigos.
Cuando llegó Yuu nos lo comimos a besos y nos abrazamos mucho y hablamos de lo triste que debe estar El Abuelo, solito en Dinamarca y de lo emotiva que fue la despedida. Desde aquí nos solidarizamos con Pablo y le conminamos a que se pegue una buena paliza y vuelva a esta España nuestra, dónde le esperamos con los brazos abiertos, y que coma un poco, que se está convirtiendo en la radiografía de un silbido.
Después nos fuimos al Queens, que es un garito absolutamente terrible, pero gracias a Dior el aire acondicionado funcionaba estupendamente y por lo menos no morimos de calor. Bailamos Grease e hicimos el mamarracho estándar, como correspondía al sitio infecto estándar en el que estábamos. AGdP tenía la cámara y nos hicimos todo un book con sus gafas. Cuando nos lo hubieron cerrado también decidimos ir a morir al Four Roses, que es un sitio rollo clandestino de llamar a la puerta y eso, pero nos cerraron en la cara y nos fuimos con la música a otra parte, que resultó ser la casa de Yuu. Comimos unas cuantas marranadas muy picantes y me fui a casa destrozado y con un ardor de estómago muy agradable. He de remarcar la pillada que le hicimos a Alvarito, que decía que se iba a casa porque tenía que estudiar y nos lo encontramos una hora después en Lavapiés sentado en un bolardo hablando por teléfono, presumiblemente tirando de chorboagendapara no irse a la cama de vacío.
El sábado estudié hasta la hora de irme a cenar a casa de Flat, que hizo unas patatas a lo Flat que están buenas pero la verdad es que las mías están mejor. Luego nos fuimos a la Plaza de Chueca a tomar cañas con Farala y un belga muy gracioso que nos cayó muy bien, aunque se fue pronto. Se incorporaron Elda, Freddy y AGdP, que como podeis suponer está estudiando muchísimo, y enfilamos para el Coppelia, que es precisamente donde Farala decía que no quería ir ni muerto. Allí nos encontramos (por fin) con Patata y Claudio que estaban con unos amigos. Entramos super de gorra porque Patata es una mujer muy influyente en estas esferas de la noche. Hay que decir que Patata era un 50% parecida a lo que yo me imaginaba, aunque en mi imagen mental era más pálida y como más china, más chupada, y en la realidad tenía un cutis y una cara mucho más saludable. Claudio por el contrario se parecía un -20% a mis imaginaciones. En cualquier caso, ambos muy estupendos y muy recomendables, a la par que altamente encantadores.
En cuanto bajamos a las entrañas del Coppelia, concretamente al New Order Club, que nos recibió con una canción muy graciosa de Putilátex que yo no conocía, empezamos automáticamente a sudar como cochinos. Patata, que es muy previsora llevaba un abanico que nos salvó de sufrir 50 lipotimias en cascada.
En el primer brindis por lo estupendos que éramos se me rompió la copa y me quedé con un trozo de cristal en la mano y bañado en 8 euros de gintónic. Muy gracioso, pero más gracioso todavía fue cuando me gasté otros 8 euros en invitar a un desconocido a otro gintónic. Vamos, que me robaron la segunda copa. Gracias otra vez a la Patata que, como es tan previsora, llevaba unas botellitas de ginebra monodosis y me pude montar otra copa con el poco de tónica que había sobrevivido al pillaje.
Bailamos mucho mucho, entre otros temas Living on a Prayer de Bon Jovi y Toxic de Britney Spears, y perdimos unos 5 kilos de líquido corporal que intentábamos en vano recuperar robando botellas de agua de detrás de la barra, pero ni con esas. En fin, que lo pasamos realmente bien, y decidimos que era impensable retirarse a casa, y que teníamos que seguir en algún sitio. Como ir a un after hour nos parecía un poco guarrada decidimos irnos a mi rancia y señorial casa a tomarnos unos rones que tenía yo para estas ocasiones. Nos repartimos entre mi microcoche y un taxi, pero al final me tocó hacer dos viajes porque coger un taxi en Madrid es misión imposible. La Patata tenía los pies hechos fosfatina (me encanta esta palabra) y la dejamos en una zona más apropiada para encontrar taxi.
Estuvimos en casa Ali, Claudio, Farala, AlvaritoGafasdePasta, Flat y yo. Flat se comió una sopa de setas regada con un ron. Muy apropiado todo. Hablamos de las típicas cosas que se hablan a estas horas en estos estados, a saber: Ladillas, sexo anal, promiscuidad, sexo con profesores y demás temas de esa calaña. Muy divertido, pero típico que luego dices "esto me lo podía haber ahorrado". En mi defensa he de decir que yo bebí muy poco. Se entiende que bebías cuando tú habías hecho lo que se decía. Pensaba que yo era bastante degenerado, pero resulta que no, que la gente no anda mal tampoco en tema de guarreo.
En fin, que cuando el sol ya se colaba por la rendija del toldo que habíamos bajado, la gente decidió que ya estaba bien y cada mochuelo a su olivo (¿o no?). Flat se quedó en mi casa a dormir. Comimos una tonelada de atún con mayonesa y caímos en coma profundo. Cuando me levanté ya se había ido en plan misterioso. Dice que me avisó, pero que yo no moví ni una ceja.
El domingo, me levanté cansadísimo pero sin resaca inexplicablemente. Estudié lo que me dió el cuerpo y me tragué Novia a la Fuga, que ya me acabó de matar y me metí en la cama otra vez.
Y hasta aquí el relato de un fin de semana que pasará a la historia como uno de los más divertidos de la Historia y como el más improductivo en cuestiones académicas también. Definitivamente hay que repetirlo.
Besos en las ingles.
lunes, septiembre 05, 2005
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