viernes, enero 12, 2007

Vacaciones. Parte III. Hay una Patata en Londres

El segundo día comenzó (para mí) en el momento en el que el móvil de Flat empezó a sonar furiosamente, a eso de las 8 de la mañana. Normalmente yo soy de esos que siempre remolonean en la cama hasta que los demás se levantan y empiezan a armar jaleillo y a hacer coñas, de modo que el ambiente festivo me parezca propicio para levantarme de buen humor. Pero a la tercera vez que sonó la alarma y Flat la paró, decidí que ya estaba bien, que eran las 8:30 y había que hacer cosas. Me levanté, me vestí y me bajé a tomar el desayuno que incluía el precio de la habitación. Ya me podía haber quedado en la cama...

El comedor del hotel era una especie de centro de acogida con varias mesas corridas llenas de platos con el desayuno ya preparado. El opíparo tentempié consistía en dos panecillos (no bollitos, sino pan pan, pequeño) dos paquetitos de mantequilla y dos paquetitos de mermelada. Yo me esperaba un croissant mediocre, unas lonchas de fiambre contadas, o un puto buffet de cereales chungos, pero dos panecillos me parecían lo peor. Joder, si la vez anterior que visité Londres (hace 7 años) me alojé en un YMCA cutre cutre y el desayuno incluía beicon y salchichas y cosas así... En cualquier caso, yo había pagado dos panecillos, y dos panecillos me iba a comer, y gastando además ambos paquetes de mantequilla y mermelada enteritos. Luego vino una mujer a servirme un líquido del color del té clarito, pero que me anunció como café, y un vasito de algo que por la ligera coloración y el regusto que dejaba, intuí que debía incluir en su composición un 5% de zumo de naranja diluído en agua de lluvia de los Highlands escoceses.

Cuando me lo hube tragado todo, subí otra vez a la habitación y me encontré a los dos angelitos aún en la cama soñando con divas del pop. Entonces miré el reloj y descubrí con alegría que aún no había cambiado la hora para ajustarlo a la hora de Londres, que es una menos que en Madrid. Osea que eran las 8:00 ¡Fantástico! No había ni Dios en el comedor, no porque ya se hubiesen ido todos, sino porque ni siquiera habían bajado! ¡Tres hurras por Ann O’Nadada!

Treinta segundos después tenía el pijama puesto y estaba otra vez roncando a pierna suelta.

Lo siguiente que recuerdo es a La Patata irrumpiendo con muchos bríos en la habitación, yo saltando a sus brazos, y cinco minutos después salir con ella a la calle a desayunar comida de verdad, mientras las dos bellas durmientes se acicalaban y se ponían presentables por si nos cruzábamos con la Reina Elizabeth II al doblar cualquier esquina, porque Londres es así. Fijaos que en una bolera que teníamos al lado tenían a la entrada un póster muy grande de Madonna entrando en sus instalaciones, así que nunca sabes cuando te vas a encontrar a una celebrity haciendo cosas banales de persona vulgar... Hay que estar preparado siempre.

Cuando se nos incorporaron las marmotillas nos subimos al autobús (a la segunda planta por supuesto, porque si se es turista se es turista hasta las últimas consecuencias) y nos dirigimos a Oxford St. Yo aún no sabía lo que se nos venía encima, pero de haberlo sabido me hubiese hecho un plan un poco más variado. A partir de ahora podría resumir el resto de este post (y de los siguientes) en una sola palabra, y no andaría demasiado lejos de describir el resto de viaje con total precisión. Esta palabra es COMPRAR.

Mira que yo ya había estado con La Patata en Roma con motivo de la convención de maricas fans de Madonna, pero allí no había visto su verdadera cara. Patata es total y absolutamente adicta a las compras hasta la médula, hasta lo más profundo de su ser. Las palabras London Sales la hacen salivar como a una perra de Paulov. En realidad, la llegada de Patata a la habitación se puede resumir más o menos en que abrió la puerta, dijo “¡Hola maricones! ¿Estáis dormidos? Me voy al TOPSHOP. ¡Hasta luego!” y si no salgo yo disparado de la cama se va sola. Palabrita del Niño Jesús.

Cuando nos bajamos en la parada del TOPSHOP de Oxford St. La Patata nos dijo “Bueno, luego si eso ya nos veríamos. A lo mejor subo a buscaros a la planta de hombre. ¡Adiós, adiós!” y se mezcló entre la multitud ávida de rebajas. Claudio, Flat y yo subimos a la planta de hombre y empezamos a trastear. Yo no estaba muy seguro de qué cosas eran de segunda mano y cuáles podría ser yo el primero en sudarlas, pero después de mucho barajar si esta prenda realmente me la iba a poner alguna vez o aquélla me haría cambiar un poco de estilo o directamente sería un disfraz, me decidí por una chaqueta un poco militar y una bufanda.

Ahora me doy cuenta que a lo mejor mis compras no fueron lo más acertado del mundo, porque:

1. Ningún artículo adquirido estaba de rebajas. Bravo por mí.

2. La chaqueta, como ya digo, es verde militar y con aspecto militar. La bufanda enroscada en el cuello parece una palestina. Estos dos hechos, combinados con mi cara de turco y el rapado que me hice el fin de semana pasado, dan como resultado que cada vez que salgo a la calle de esta guisa corro el riesgo de ser detenido por la Interpol por tener toda la pinta de terrorista islámico rumbo a autoinmolarse en un centro comercial.

3. La primera vez que me puse el conjunto, se me enganchó la bufanda en la cremallera de la chaqueta, dando como resultado un precioso desgarro en la bufanda y que ahora, para poder cerrarme el abrigo, necesite del orden de 20 intentonas para que la cremallera no se me abra. Vale que la culpa del enganchón es mía, pero vamos, que vaya mierda de calidad si al primer contratiempo se jode todo. En estos momentos estoy redactando una querella criminal contra la Patata, por intentar arruinarme con palabras dulces y cantos de sirena.

Claudio en cambio acertó totalmente porque compró una chaquetita muy mona, esta sí en rebajas, y hurtó otra con todo el morro por el método “pago ésta y la otra me la llevo puesta porque yo lo valgo”. Flat no compró nada porque es pobre.

Después de unas dos horas en la misma tienda nos pasamos por la de al lado, y luego por la siguiente, y así de tienda moderna en tienda moderna hasta que nos dio la hora de comer. Yo me escindí de la comitiva para poder comer con el amor de mi vida (Mark, ya he hablado de él aquí otras veces), que reside en Londres, y con el novio con el que lleva cinco años viviendo. Aquí sí que lo hice bien, porque yo comí muy rico, y el resto de la pandilla comió tofú y otras guarrerías en un restaurante vegetariano, que a quién se le ocurre...

Por la tarde nos juntamos todos a disfrutar de un café y enseñarnos los nuevos productos adquiridos. Yo le compré un calendario oficial de Kylie a Claudio, tonto de mí, pensando que era posible que no lo tuviera ya... Ahora cuelga en mi habitación, lo que le resta look de habitación de niño de 10 años y le da un toque mucho más de maricón.... No sé, igual lo quito, si Claudio no me mata por ello.

Entre pitos y flautas nos dieron las 16:30 y a Claudio ya le saltó la alarma interna. “HAY QUE IRSE YA. SÓLO QUEDAN 3 HORAS Y MEDIA PARA QUE EMPIECE EL CONCIERTO”. Yo ni chisté, que Claudio con el tema conciertos de divas entra en un bucle autodestructivo que no le permite decir otra cosa que “Hay que irse ya. No nos da tiempo”, y además en el de Madonna se me ocurrió decir cuando cantaba Drowned World que me daba pereza esa canción y Claudio se giró, me dijo “¡Que te calles!” y me soltó una yoya en toda la cara con la mano bien abierta. Y esto era Madonna... You don’t wanna mess with Claudio in a Kylie’s concert... Así que todos a portarse bien.

Despedí a Mark y a Arsenio hasta la próxima vez que nos viéramos (por norma general cada poco más de un año) y rumbo a nuestro hotelito otra vez. Nos duchamos todos con el hilo de agua que salía de la ducha y, bien limpitos, nos metimos en el subway con destino al Wembley Arena. Ya en el metro nos pareció raro no ver a ninguna fan marica desatada cantando canciones en plan prewarming, pero no descubrimos la causa hasta un poco más tarde.

La próxima entrada, el concierto.

Besos en las ingles.

14 comentarios:

dwalks dijo...

yo en londres me enamoré del urban outfitters más que del to-chó, pero entiendo muy bien el concepto de querer morir comprando.

¿cara de turco tú? igual es que hace mucho que no nos vemos, pero no te saco yo a ti el turco ese...

como no nos des el siguiente capítulo del viaje pronto, me lo bajo del e-mule, avisado estás.

Anónimo dijo...

Oyes, payasa llamada Ripley, con tus mierdas de comentarios me estás restando protagonismo en esta entrada así que vete a comentar a un foro de la Conferencia Episcopal o de las Juventudes Jitlerianas. Ahí te harán mucho más caso; si ves que tal, apúntate a un psicólogo también porque estás completamente chiflado. Gracias.

Anónimo dijo...

Qué pessada la ripley tía...

No me olvido de tí(hay ciertas cosas ke nunca se olvidan) pero he estado muy poco pendiente d internet por varias razones, básicamente por k estaba amueblando la casa y por ke se me ha borrado el disco duro del pc, perdí un güevo de fotos y ahora tengo ke instalar todo de nuevo(codecs messenger java emule programas...) y estoy esperando por ke igual me pueden sacar toda la información ke tenía a través del ms2 de dios ke no sé cómo se maneja.

Te pongo al día: ya estoy en mi nueva choza(no hace falta ke te diga que ya tienes casa si te apetece venir por el norte), y ya no tengo ni novio ni trabajo, pero como tengo 2 años de paro, me estoy mimando un poco antes de buscar nada( me estoy pegando una vidorra que te kagas...)

Y asín están las cosas...


1 beso enorrme de tu Fran.

Farala dijo...

What the fuck? Por Dior, haz algo Ann, haz algo o no respondo de mis actos. He dicho.

La Patata es la señora de las compras. En Roma no hizo nada porque:
1. No eran rebajas.
2. Lo más que se puede comprar en Italia es en Dolce & Gabanna que no solo es lo peor, es una horterada.

Por eso no viste su cara de verdad. Pero no te preocupes, que viaje que hagas, te llevará de tiendas. Incluso al Hambre y Miseria, aunque los tenga también en Madrid!

Anónimo dijo...

Hacía lustros que no te leía y oh! cual ha sido mi sorpresa-sorpresa cuando he leido tu entrada de las muelas del juicio...
Pero niño, aún no sabes que Mrs Eric trabaja en el sector y podría haberte evitado tantas idas y venidas? tanta falta a tu puesto de trabajo? tantas citas de recepcionistas inutiles? ORTOPANTOMOGRAFIA al instante y CIRUGIA MAXILOFACIAL en la misma semana y maxime si trabajas para la empresa que tabajas corazón! Ay estos niños! tanto blog, tanto Londres y la cabesita para que? Un beso mi bloguero preferido! (después de Flat, eso sí)Y aunque lo parezca no es pobre, solo un poco desastre con sus dineros, que si llega a comprarse algo en London le inflo a palos y después lo desheredo.

Manu dijo...

Estas realmente enfermo tio. Lo peor de ti es que aunque ves la imagen tan lamentable que das tampoco te das cuanta que en este blog por lo menos has convertido en la dosis diaria de patetismo ciber que a uno le hace recordar lo bien que esta.
Das pena tio.

Ann deberias seriamente considerar borrar los mensajes de esta persona. Sus intenciones de molestar son mas que claros. No debes permitirlo. Si fuera algo gracioso seria una cosa, pero que tu blog se convierte en la plataforma desde la cual alguien que evidentemente ni te cae bien, expone su patetitico y doloroso grito de socorro, es otra cosa.

De verdad...esto se ha ido mas alla que lo comico. Creo que si tuvieras que ensenar esos mensajes a la policia facilmente lo acceprtaran como acoso.

No debes permitirlo mas.
Un beso.

Ann O'Nadada dijo...

Dwalks: Ah, pero es que te crees que el Urban Outfitters no fue parada obligatoria con compras incluidas? (Yo me compé sólo un libro, eso sí)

Patata: Tienes mucho arte tía. Y sigues siendo prota, que estás hasta en el título...

Fran: Guapetón ya te envío un mail y hablamos por ahí, que tiene más lógica.

Farala: Pero de esta aprendo. Nunca mais. Estoy a favor de quitarle la tarjeta de crédito a la Patata a ver que tal.

Mrs Eric: No se preocupe usted que en pocos días voy a pertenecer a esa empresa del sector y podrá usted solucionarme todos mis problemas sanitarios.

Manu: Como siempre, tienes razón. Esto ya ha pasado de castaño oscuro

Ann O'Nadada dijo...

A ver Ripley, a ver si te enteras de una puñetera vez. No soy, nunca he sido y nunca jamás en la vida voy a ser tu amigo ni nada remotamente parecido, así que pierdes el tiempo.

Por otro lado, una cosa es que pierdas el tiempo, que lo pierdes y mucho, al menos en lo que respecta a dirigirte a mi, y otra que me lo hagas perder a mi.

He intentado mantenerme fiel a mi política de no borrar ningún comentario de ningún lector, esté o no esté de acuerdo con lo que digo, le caiga yo bien o mal, pero tu ya has cruzado la linea de lo aceptable incluso para mí, y esto se ha acabado ya. No te vale con que te haya bloqueado por otras vías (lamentablemente aquí no sé hacerlo), tú tienes que llevar al límite mi paciencia.

No te valía con ser un comentarista anónimo, tenías que decirme a mí y a todo el mundo que eras tú, y no solo eso, tenías que SECUESTRARME el blog. Pues eso ya sí que no.

Hasta hace poco no me importaba que te pusieses en evidencia día sí y día también, pero ya que tomen más protagonismo tus comentarios enfermizos que aburren a las piedras que mi propio blog es un poco demasiado. Este blog es mío y aquí se habla de lo que yo decido. Y punto pelota.

Que te aguanten tus amigos y tu psiquiatra si es que pueden. A partir de este momento todos tus comentarios y los que me huelan a ti serán borrados en el mismo momento en que los vea (y los que ya existan ahora mismo serán eliminados)

Supongo que no podrás ser lo suficientemente elegante de no comentar más y que me darás todo el trabajo del mundo eliminando tus aportaciones compulsivas pero es un trabajo que tendré que hacer.

Felicidades, eres la primera persona non grata en este blog en sus más de dos años de existencia. Dicho esto, hasta nunca

Manu dijo...

Bravo. Bien hecho. Ya esta bien de tanta tocapelotas.

lady ? dijo...

viva ann! oye, acaba el post, que estoy enganchadísima, porfa :$

Anónimo dijo...

Adiós pringao!! Joder, es que la mamarracha esa te estaba haciendo un boicot en toda regla, y a mí por extensión!

Ay, qué ganas tengo de que llegues a la parte en la que a Claudio le dan un montón de papelillos en un cine a cambio de dos millones de libras esterlinas!! :D

Tony Tornado dijo...

Ays, qué ganas de leer tu crónica del concierto...

Actualiza YA!, mary-kong!

Anónimo dijo...

¡Uy, me he perdido todo el mogo! (creo que para bien). Me identifico con Flat pues pobre soy y más desastre para los dineros. Que me pierdo a la rubia hija de puta, a la Kaili...

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

A ver Ann de mi vida: tu blog es insecuestrable, porque eres la "Scherezade" de la Blogosfera,y deja de hacerme el numerito Marisa-Paredes-Victoria Abril en los comentarios:-) Todo el mundo que te ha ido conociendo (real o virtualmente) se ha abierto un blog: incluído yo, y encima me diste sabios consejos y me apoyaste.
Aclara a tu público (como si no lo supieran) que eres Miss Fantasía Little Sunshine, que excepto virtualmente no nos conocemos de nada (excepto en un encuentro real, en el que me diste un abrazo que casi me ahogas, porque es que tú, cuando decides una reconciliatio's eres tipo la familia Flores. Y aclara tb, so Final Fantasy de hombre, que claro que quisiste ser mi amigo (-tendría yo más la culpa de no serlo-) y que me debes agradecer un poco que me empeñara en que te hiceras la maleta para Copenhague, porque si no es por mí, esa maleta no te la haces, que eres más vago que la chaqueta un guardia, y pareces un lepero malvado, y luego serás un encanto.
Dicho ésto, me dan igual los comments de cara a la galería, porque un finstro como tú no se conoce todos los días. Te deseo lo mejor, y si te vuelvo a ver, claro que te daré un abrazo si quieres. qué tío más bobo de verdad de caprichoso.
Por lo demás me caes bien, y yo a ti, pessao, que tu sí que fuíste pessao. Bahhh. Un besote y un abrazo, Teófilo:-)
Qué parrafada me dedicas, ayyy que tele-novela de hombre, te drag-cuén? La gente que te lea, se creerá que nos ha pasado algo grave, es más, se creerá que nos ha pasado algo: y no. No pasa nada. Tienes todo mi apoyo y lo tendrás siempre, uno tiene días...qué coño dices de psiquiatras? ¡Anda ya! Un abrazo.