jueves, agosto 11, 2005

Agridulce

Ya está. Se acabó. He terminado el proyecto y mañana me voy a Madrid. Con esto pongo fin a uno de los años más bonitos, si no el más bonito, de toda mi vida. Ya tengo mi cuarto desmantelado, las fotos arrancadas de las paredes y los recuerdos, uno a uno cuidadosamente metidos en la maleta.

Menudo año. No puedo decir que haya sido el mejor Erasmus en cuanto a viajar se refiere, porque la verdad es que lo más lejos que me he ido ha sido a 80 kilometros, pero sí que he sido un Erasmus ejemplar en cuanto a crapuleo nocturno. Me lo he pasado muy muy muy bien. Lo malo es que el infierno del proyecto pone una pincelada un poco amarga al final de mi estancia aquí... Pero bueno, en realidad entregué el proyecto ayer y ya se me está olvidando todo lo malo.

He conocido a mucha gente, de todas las nacionalidades, pero sobre todo he conocido a mis compañeros de piso ( con Yuu ha sido más bien un reeencuentro) y a Flat, que son lo mejor de este año con diferencia. Sin ellos las cosas habrán sido tan distintas que no lo quiero ni pensar, porque han sido cojonudas así. No cambio nada. Incluso los malos momentos me han hecho madurar como persona, conocerme mejor, y aprender a superar las dificultades por mi mismo.

Ahora me muero de ganas por volver. Necesito ir a Madrid y abrazar a mis amigos, aunque se, que a los 15 días me sobrevendrá el bajón y deseare volver con todas mis fuerzas... Por otro lado, tengo tanto que estudiar para poder acabar la carrera en Septiembre que no creo que me de tiempo a echar de menos esto...

Pensaba que me iba a tener que quedar más tiempo pero, ironías del destino, el hecho de que me cargara el reactor con el que trabajaba, que a priori es una putada y te retrasa el trabajo, hizo que se me abrieran los ojos y que me decidiera a echar el freno y dejar de permitir que me chuparan la sangre. Hay que recalcar que el reactor es una mierdecita supercara y hecha a medida para el proyecto, con lo cual no sólo cuesta un riñón, si no que además tardan un montón de semanas en reponerlo. Pero vamos, que a mi plím. Fui y le dije a mi supervisor que me había cargado el reactor, y que bueno, que no pasaba nada, porque yo ya había hecho trabajo suficiente, y que los experimentos que me quedaban pues me venían un poco de sobra. El muy bribón asintió y me dijo que vale, que le llevara lo que tenía hecho Se quedó ojiplático cuando le lleve el report terminado al día siguiente. Y es que yo ya lo tenía todo preparado en la sombra. Me ha quedado muy chulo, con 150 páginas a todo color, escritas en un envidiable inglés de la zona de Worcestershire. Se habla un inglés muy bonito por toda esa parte.

No puedo dejar de comentar que, no contento con que hace un mes la técnico del laboratorio viera como se me caían los pantalones, decidí poner la guinda enseñandole los huevos a mis supervisor. Me explico. Aquí todo es muy caro, y por supuesto no me he comprado nada de ropa. Todo lo nuevo que tengo es porque lo he robado en H&M. Y claro, la ropa se va estropeando, lenta pero inexorablemente, y yo que estó un poco foca, pues desgasto mucho los pantalones por la zona de la entrepierna, hasta que termina haciéndose agujero por el que asoma el calzoncillo. Hasta ahí todo bien. El problema es que también desgasto los calzoncillos, y justo por la misma zona... El caso es que cuando me dirigía hacia la universidad empecé a hurgarme con el dedo, y descubrí con estupor que ambos agujeros coincidían, y que lo que tocaba mi dedo no era la tela del calzoncillo, sino el mismísimo escroto de un servidor. Y el agujero, señoras y señores, no era precisamente pequeño. Los huevos escapaban por semejante boquete con total naturalidad. Me cagué en todos mis muertos pero apechugué. Normalmente, cuando llevo un agujero en los pantalones me siento con las piernas cruzadas o algo por el estilo, pero cuando me puse a hablar con mi supervisor de las correcciones pertinentes no las crucé. Fue en el momento en que noté que el señor X no podía evitar desviar la mirada a mi paquete cuando de repente me vino el flash. Mierrrrrrrda!!! Mi supervisor me está viendo los cojones!!!!!! Fue un momento de intensa vergüenza, e intenté despachar el asunto lo más rápido posible para poder tirarme por la ventana, que es lo que me merecía... En fin, queridos lectores, que una vez más el dado el show en el departamento, y que no quiero pensar en las risas que se echarán en el comedor cuando la técnico y el señor X pongan en común las experiencias erótico-festivas que les he proporcionado...

Creo que ya no voy a escribir más. Han sido unos día muy intensos y necesito asentar un poco las cosas. Me voy a dar un paseo bajo la lluvia. Fin de la aventura. El próximo post será desde Madrid.

Besos en las ingles.

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